Cuando inspiro, me conecto con mi mundo interno. Cuando espiro, con el mundo externo. Un baile entre el adentro y el afuera, que borra límites y se funde en el Todo.
Respirar no es solo una acción biológica; es un puente hacia la conciencia. Cada respiración es un recordatorio de nuestra humanidad, una danza entre el cuerpo y el alma. Al hacerlo con plena conciencia, tenemos el poder de transformar nuestras emociones, pensamientos y estados físicos.
En este viaje, he descubierto cómo respirar conscientemente puede liberar no solo el cuerpo, sino también el alma. Permíteme contarte cuatro experiencias que han marcado profundamente mi vida, revelando el poder curativo de la respiración.
Respirar para cantar y liberar
La música ha sido parte de mi vida desde que era pequeña. A los cuatro años, pedí a mi madre un piano. No imaginaba que, a través de la música, encontraría una conexión profunda con mi respiración. A medida que crecía, la guitarra se convirtió en mi compañera, y a los 12 o 13 años, una maestra me enseñó una lección crucial: "Si vas a tocar la guitarra, tienes que cantar". Mi vergüenza era grande, pero mi deseo de conectar con la música superaba ese temor. En ese instante, sin saberlo, comenzó mi viaje con la respiración.
A lo largo de los años, y a través de diversos maestros de canto, aprendí lo esencial que es la respiración para la voz. La técnica vocal no se basa en forzar las cuerdas vocales, ni en tensar el cuerpo, sino en el aire. El aire que fluye libremente, constante y controlado, a través de las cuerdas vocales, es lo que crea el sonido. Respirar adecuadamente permite que la voz se libere, limpia y potente.
El canto me enseñó que, incluso en los momentos de enfermedad o bloqueo emocional, la respiración consciente era la clave para liberar la voz y la emoción atrapada. La respiración, más que cualquier técnica, desbloquea la energía y permite que el sonido fluya sin barreras. De esta manera, cada vez que canto, también libero mis pensamientos, emociones y tensiones. Respirar es liberar.
Respirar para sanar en el Temazcal
Cada vez que comienzo un nuevo proyecto, siento la necesidad de entrar en un espacio de introspección, donde pueda conectar con el silencio y la paz interior. Para la publicación de mi libro "Ser Propósito, asumir el vivir", busqué un espacio que me permitiera alinearme con mi creación. Fue entonces cuando el universo me llevó a un temazcal en Tandil.
El temazcal es un ritual ancestral de purificación, que permite la sanación del cuerpo y del espíritu. Al ingresar al domo, la oscuridad, el calor del vapor y los aromas medicinales se mezclan en un abrazo profundo que activa cada célula de mi ser. Allí, en ese espacio sagrado, la respiración se convierte en el puente entre lo físico y lo espiritual. Mientras el calor me rodea, mi respiración se convierte en mi ancla, mi guía. Cada inhalación me permite conectar con lo más profundo de mí misma, y cada exhalación libera lo que ya no necesito.
En este proceso, la respiración no solo limpia el cuerpo, sino también el alma. Cada ciclo del temazcal es un recordatorio de cómo el silencio y la respiración nos permiten trascender las limitaciones mentales y emocionales. A medida que avanzo en la ceremonia, la respiración se hace más consciente, hasta que el calor y el dolor se disuelven. La mente se calla, y solo queda la presencia. Mi cuerpo ya no importa; mi ser se funde con el todo.
Es una experiencia tan profunda que la mente no puede comprenderla. Lo que experimenté fue la pura presencia, una conexión con la esencia de mi ser que no necesita explicaciones. Solo respiré, y con cada respiración, sentí la paz.
Respirar para trascender en Egipto
El viaje a Egipto fue otra oportunidad para conectar con mi respiración de una manera profunda. En el solsticio de verano de este año, decidí visitar las pirámides de Giza, un lugar que había visto en mis sueños. Al caminar hacia la tercera cámara del Rey, el calor era abrumador. Mi respiración, al principio, acelerada por la ansiedad, me llevó a un momento crucial. Recordé la lección del temazcal: "respira". Con cada inhalación, centré mi atención en mi respiración, llevando la conciencia al cuerpo y alejando el miedo.
Al entrar en la tercera cámara, la acústica del lugar se convirtió en una extensión de mi ser. La respiración se mezcló con el sonido, y sin esfuerzo, mi voz comenzó a liberar una melodía árabe improvisada. En ese espacio sagrado, el calor desapareció, y solo sentí una conexión profunda con mi ser. Fue como si mi cuerpo se desvaneciera, dejándome solo en el éxtasis de la presencia pura. La respiración me permitió trascender la materia y conectar con mi esencia más profunda.
Respirar en silencio en Barcelona
En julio, asistí a un festival en Barcelona, donde tuve la oportunidad de entrar en un espacio dedicado al silencio. Allí, me encontré con la presencia de Sergi Torres, quien, durante horas, permaneció en silencio, invitando a los asistentes a hacer lo mismo. Fue un espacio para conectar con el mundo interno, alejado de los ruidos externos. Al sentarme en silencio, me di cuenta de cómo los pensamientos fluían sin cesar, pero al poner mi atención en la respiración, pude calmar la mente.
Respirar conscientemente me llevó a un estado de conciencia más profunda, donde todo lo que percibía cambiaba. Ya no era la mente, sino la esencia pura, observando sin juicio. El silencio, combinado con la respiración, me permitió trascender las ilusiones de la mente y experimentar la expansión de la conciencia.
La Respiración: Un Puente entre el Cuerpo, Alma y Espíritu
Lo que todas estas experiencias tienen en común es el poder de la respiración consciente. La respiración no solo mantiene nuestro cuerpo vivo; también es el medio a través del cual podemos conectar con nuestro ser más profundo. Al hacerlo de manera consciente, activamos una serie de procesos biológicos que nos permiten calmar el sistema nervioso, reducir el estrés y equilibrar nuestras emociones.
Cada respiración consciente es una oportunidad para transformarnos, para liberarnos de las limitaciones mentales y emocionales. Al respirar, podemos conectar con nuestro ser interior y trascender el ruido de la mente. La respiración, junto con el silencio, se convierte en una herramienta poderosa para estar presentes y vivir en armonía con nuestra esencia permitiendose atravesar el portal que nos conecta con la Consciencia Cuántica del Espíritu.
¿Qué experimentas cuando conectas con tu respiración y te entregas al silencio? Te invito a que tomes un momento para respirar conscientemente y sentir la profundidad de tu ser. Porque en cada inhalación y exhalación, encuentras el poder de la transformación.
Buen viaje!